Es tu mirada
la aventura que invita
a meterse en
la piel de forma transgresora y profunda
con el
brillo de tus pupilas que se desdobla y multiplica
en cada
latido resonando los instintos
donde toda
tú vives conmigo.
Ternura
súbita, necesaria
que no
concluye y en dulce melodía
le da
sentido a mi vida como un sol llegado
que enciende
fuego en mis entrañas,
nada mataste
en mí,
encendiste
tus noches en mi alma.
Y aquí estoy
en el vasto de la nostalgia
viviendo en
el tiempo más verdadero
donde tengo
el deseo de desearte
y que de
sentirte deseada
clandestina
tiñas de orgasmo
el instante
presente en que mis brazos
revivan el
misterio de un suspiro
el tuyo,
siempre en mi contenido
embalsamado
en tu aroma fértil, profundo.
Soy el mismo,
respiro tu aliento
no existen
caricias carentes de amor
te tomo, te
amortajo, te invado
en el mar de
tinta que reviste mis sentidos
y todo es
así, tu aroma, tu piel,
el latido
tuyo que enaltece el mío,
el susurro
de tu voz en mi oído
tan cerca de
mí, tan constante
ruta de sol
en mi añoranza
siempre tú,
voz de mi alma.
Josmar Trejo